Los perros de terapia son perros que han sido especialmente entrenados para brindar afecto, apoyo y consuelo a personas que lo necesitan en lugares como hospitales, residencias de ancianos, escuelas, residencias de ancianos y mucho más. Los estudios han demostrado que los perros de terapia pueden ayudar a apoyar el bienestar de los miembros vulnerables de la sociedad. Un perro debe pasar una serie de pruebas rigurosas para obtener la certificación como perro de terapia. Algunos de los requisitos incluyen poder caminar sin apretar con una correa, ser muy sociable con personas y animales, y no ladrar ni saltar. En este artículo, vamos a analizar las razas que son los mejores perros de terapia.
Los labradores retriever son inteligentes, fáciles de entrenar, adaptables, tranquilos, cómodos al tacto, gentiles y amigables. También son más felices cuando están rodeados de gente, lo que los hace perfectos para hacer compañía a los vulnerables. Estos perros son muy pacientes y se sabe que permanecen con los pacientes en la cama durante horas, brindándoles el amor, la afectación y la compañía que necesitan desesperadamente. Si desea que su Labrador Retriever sea una ESA oficial, debe obtener una carta de la ESA de su terapeuta o médico.
Los perros toros franceses son sociables, tranquilos, gentiles, inteligentes y llenos de personalidad. A la mayoría de la gente les gustan porque tienen una cara sonriente y acogedora. Cualquiera, incluidos aquellos a los que no les gustan los perros, se sentirá cómodo estando cerca de esta raza. El hecho de que los perros toros franceses no requieran mucho ejercicio los hace ideales para los habitantes de las ciudades y los suburbios. Esta raza es un excelente perro de terapia porque es muy tranquilo y gentil cuando está con gente. También son muy amables y acogedores, incluso con los extraños.
Los caniches son excelentes perros de terapia por dos razones: están criados para ser compañeros y tampoco babean. Los caniches son muy inteligentes, tranquilos y les encanta estar rodeados de gente. Además, los caniches también son buenos para leer las emociones de las personas. Si sienten que estás triste o solo, serán más afectuosos contigo. Además son muy fáciles de entrenar y tienen un pelaje increíble que te encantará cuidar.
Los galgos son inteligentes, gentiles y tranquilos, lo que los hace ideales para el trabajo terapéutico. Aunque pueden correr bastante rápido, en su mayoría prefieren holgazanear. Esta raza de perro prefiere que la acaricien durante un período prolongado. Además, tienen un temperamento dócil que es altamente entrenable. No se distraen fácilmente y les encanta estar rodeados de gente. Tienen pelo corto, por lo que requieren una limpieza mínima.
A los pomerania no sólo les encanta estar rodeados de gente, sino que también tienen una gran personalidad que los hace divertidos. Nunca te aburrirás de estar cerca de esta raza, gracias a su gran personalidad. Los pomeranos son muy curiosos y pasan la mayor parte de su tiempo (cuando no consolan a sus amos) explorando cosas nuevas. Esto es genial porque puede distraer al paciente durante horas. Los pomeranos también son obedientes, muy inteligentes y trabajan increíblemente bien incluso en situaciones difíciles. También les encanta que los toquen y no son agresivos con los extraños ni con otras mascotas.
Los golden retriever son muy amigables, lo que los convierte en el pan ideal para realizar labores de terapia. Son amables, inteligentes, fáciles de entrenar, pacientes y adaptables. Otra característica única de este pan es que son muy amigables con los niños a pesar de su gran tamaño y siempre traen energía positiva dondequiera que vayan.