Tras un furioso altercado con un árbitro, Lionel Messi fue expulsado con tarjeta amarilla antes de agarrar del CUELLO a un entrenador asistente.
El sábado por la noche, el campeón del mundo argentino perdió la paciencia cuando jugaba con el Inter de Miami.
La característica carrera de slalom de Messi preparó el gol del empate final para su equipo y el partido terminó 2-2.
Sin embargo, el veterano del Barcelona parecía insatisfecho con el desempeño de su equipo en su primer partido de la MLS después del pitido final.
Cuando empezó la rabieta de Messi, lo primero que hizo fue reprender al árbitro Rosendo Mendoza.
El árbitro se hizo a un lado y le hizo señas al mediapunta para que saliera, pero Messi continuó acercándose a él.
El ocho veces ganador del Balón de Oro recibió una tarjeta amarilla por parte del árbitro mientras seguía hablando y señalando a Mendoza.
Pese a ello, Messi persistió en su diatriba hasta finalmente abandonar el campo.
Pero la pelea argelina no terminó allí.
El pequeño argentino se puso aún más nervioso y se protegió la boca con la palma de la mano durante la acalorada discusión.
Luego, en un intento de desactivar la tensa situación, dos asistentes del Inter Miami se unieron a la discusión.
Messi parecía estar a punto de abandonar el lugar en ese momento, pero regresó y tocó el cuello de Ballouchy.
El marroquí Ballouchy miró rápidamente a Messi, como si estuviera disgustado con su comportamiento.
Messi, que ya estaba abandonando el campo, hizo un gesto al entrenador para que lo acompañara.
Tomás Avilés de Miami fue expulsado en el minuto 23 de un tenso encuentro.
El próximo enfrentamiento del Inter Miami será contra el Sporting KC el martes en la primera ronda de la Copa de Campeones de la CONCACAF.