Cuando Dory dio a luz a nueve hermosos cachorros, Boxer, de cinco años, necesitaba más que nunca el apoyo de su familia.
En cambio, Dory y sus bebés indefensos fueron abandonados en el estacionamiento de una iglesia.
La madre, desconsolada y asustada, sabía que no podría mantener con vida a sus amados cachorros si alguien no acudía en su ayuda.
Por suerte, alguien lo hizo.
Mistie Boerger de Paw Angel Animal Rescue se dio cuenta de la terrible situación de Dory después de que alguien publicó en línea una foto de ella y sus bebés.
Boerger contactó instantáneamente a su amigo Angel Urban y la pareja acudió rápidamente al lugar.
Cuando llegaron, encontraron a Dory acurrucada junto a sus nueve cachorros.
Los cachorros tenían sólo dos semanas y aunque Dory hacía todo lo posible para mantenerlos seguros y tranquilos, estaba claro que la pobre mamá necesitaba ayuda.
Boerger y Urban descubrieron que Dory necesitaba atención médica, por lo que la llevaron a ella y a sus cachorros al veterinario para recibir tratamiento y chequeos adicionales.
Dory sufrió varias lesiones, incluidas múltiples heridas abiertas, pero todas sus dolencias resultaron ser tratables.
Desafortunadamente, el veterinario descubrió que la condición de uno de los cachorros era mucho más grave.
La pequeña cachorrita, a la que el rescate llamó Peach, resultó haber nacido con un tumor en la garganta.
El tumor impedía que el pequeño cachorro pudiera amamantar adecuadamente y seguía creciendo hasta que se hacía imposible tragar.
Debido al tamaño y la edad de Peach, no pudieron extirpar quirúrgicamente el tumor y, en cambio, tuvieron que sacrificarla para evitarle sufrimiento.
“Ella deja el corazón apesadumbrado pero esperanza y resolución para su madre y sus ocho hermanos”, escribió Paws Angel Animal Rescue después de compartir la devastadora noticia en Facebool.
La trágica pérdida de Peach sacudió a la pequeña familia, pero gracias al arduo trabajo, el amor y la dedicación del rescate, Dory y los ocho cachorros restantes tuvieron el tiempo y el espacio para sanar y encontrar esperanza para el futuro.
Después de pasar por tanto dolor y tristeza juntos, la pequeña familia finalmente estaba a salvo y podían disfrutar de pasar tiempo juntos y concentrarse en su amor mutuo sin tener que preocuparse por si sobrevivirían ese día.
Ahora, tres de los cachorros de Dory han encontrado su propio hogar definitivo y llevan una vida feliz llena de amor y afecto.
Dory y los demás todavía viven con su mamá adoptiva, Boerger, y disfrutan cada segundo de su tiempo juntos.
Los cinco cachorros restantes están buscando activamente un hogar propio para siempre y estamos seguros de que pronto encontrarán exactamente lo que buscan y comenzarán sus propias vidas nuevas y emocionantes.