Sólo una pequeña tortuga hace que el león necesite mucho tiempo y esfuerzo para seguir con las manos vacías.
No es un animal grande, posee fuerza o veneno, pero es un animal gentil que hace que el león esté casi indefenso cuando se enfrenta.
Esa es la tortuga, tienen un caparazón demasiado difícil de proteger.






Se puede comprobar la impotencia del cazador ante una presa difícil.

El fotógrafo dijo que pasó algún tiempo observando este interesante enfrentamiento antes de partir y regresar en la tarde del mismo día. No queda ni un solo fragmento de la tortuga, lo que indica que el león ha sucumbido a su presa.