La historia de Thor, el perro, es una historia de resiliencia y amabilidad. El dueño de Thor, Adriano Bertoline, descubrió a su querido perro empalado…
La historia de Thor, el perro, es una historia de resiliencia y amabilidad. El dueño de Thor, Adriano Bertoline, descubrió a su querido perro empalado con cientos de púas de puercoespín en Sao Paulo, Brasil. Sin medios para pagar el tratamiento veterinario, Adriano recurrió a Internet en busca de ayuda.
Afortunadamente, el Dr. José Roberto Apolari, un concejal local, intervino para ayudar en la recuperación de Thor. A pesar de estar desempleado y tener cuatro hijos en casa, Adriano pudo encontrar ayuda en la forma de un extraño de buen corazón.
Según los informes, Thor, que tenía tres años en ese momento, había luchado contra un puercoespín por segunda vez en un año. Después de la apelación en línea de Adriano, el Dr. Apolari notó la solicitud y decidió ayudar a transportar a Thor a una clínica y cubrir algunos de los gastos.
Adriano expresó su gratitud en las redes sociales y dijo: “El Dr. Apolari fue un ángel en la vida de mi perro porque no podía pagar un veterinario privado”. Con la ayuda del concejal, Thor pudo recibió la atención que necesitaba y fue devuelto a casa con su amado dueño.
Si bien se desconoce la condición del puercoespín después del altercado con Thor, esta historia sirve como un recordatorio de la importancia de la bondad y la compasión hacia los animales. Incluso en circunstancias difíciles, hay quienes están dispuestos a echar una mano.
Al final, la historia de Thor es de esperanza y resiliencia, y muestra que incluso ante las dificultades, siempre hay una oportunidad de recuperación y sanación.