Las trombas marinas son un fenómeno atmosférico impresionante formado como resultado de condiciones atmosféricas complejas.
Tromba marina tornádica frente a la costa de Punta Gorda, Florida, causada por una fuerte tormenta eléctrica. Crédito de la imagen: Departamento de Policía de Punta Gorda
En su forma más común, las trombas marinas son esencialmente tornados que se forman sobre el agua. Pueden ocurrir tanto en ambientes de agua salada como de agua dulce y son más comunes en áreas donde se encuentran masas de aire cálido y frío, como en los trópicos o durante tormentas. Cuando una tormenta eléctrica o una fuerte lluvia pasa sobre un cuerpo de agua, puede crear condiciones propicias para la formación de trombas marinas.
Hay dos tipos principales de trombas marinas: tornádicas y de buen tiempo. Las trombas marinas tornádicas son las más poderosas de las dos y están asociadas con tormentas eléctricas que pueden tener velocidades de viento de hasta 100 millas por hora o más. Las trombas marinas de buen tiempo, por otro lado, son mucho más débiles y generalmente se forman en días claros y tranquilos. Por lo general, son mucho más pequeños y de vida más corta que las trombas marinas tornádicas.
Una tromba marina no está llena de agua del océano o lago sobre el cual aparece. Más bien, el agua en su interior se forma a través de la condensación dentro de la nube. Crédito de la imagen: Umberto Salvagnin
Las trombas marinas se pueden formar cuando los vientos que soplan en dos direcciones diferentes chocan entre sí. Esta unión, también conocida como “línea de convergencia” o “línea de corte”, genera una cantidad significativa de aire de rotación cerca de la superficie. El encuentro de los dos vientos da como resultado un movimiento ascendente del aire ya que no hay otra dirección para ir. El aire que se mueve hacia arriba transporta el vapor de agua hacia el cielo, creando lluvias y cúmulos. A medida que el aire asciende, puede alterar la rotación horizontal del aire cerca de la superficie y hacer que se desplace hacia la dirección vertical. Cuando este giro vertical se consolida en un lugar particular, comienza a extraer agua, lo que da como resultado una tromba marina.
Contrariamente a su nombre, una tromba marina no se llena con agua del océano o lago sobre el cual aparece. Más bien, el agua en su interior se forma a través de la condensación dentro de la nube.
Dado que las trombas marinas tienden a formarse a lo largo de la intersección de dos vientos divergentes, es común observar una secuencia de trombas marinas en línea recta. En tales casos, el aire de bajo nivel que gira es empujado hacia arriba en varios puntos.
Una línea de brotes de agua sobre el Golfo de México, fotografiada cerca de Biloxi, Mississippi. Crédito de la imagen: Michael Fontaine
Las trombas marinas pueden formarse en cualquier lugar de las regiones costeras del mundo, sin que ningún lugar específico sea más propenso a que ocurran. Dicho esto, ciertas regiones experimentan trombas marinas con más frecuencia que otras. Los Cayos de Florida, la Bahía de Cienfuegos en Cuba y los Grandes Lagos se encuentran entre los lugares donde se han observado con mayor frecuencia trombas marinas.
Ocasionalmente, una tromba de agua de invierno, también conocida como tromba de hielo, diablo de hielo o tromba de nieve, puede formarse debajo de la base de una borrasca de nieve. Este tipo de tromba marina es una ocurrencia única y se distingue de la tromba marina más común de la estación cálida. Para que se forme un brote de nieve, se deben cumplir dos condiciones críticas. En primer lugar, la masa de agua debajo debe estar lo suficientemente caliente como para generar niebla que parezca vapor en temperaturas gélidas. En segundo lugar, los vientos centrados en el eje de los lagos largos mejoran la convergencia del viento y probablemente juegan un papel en su desarrollo.
Si bien las trombas marinas pueden ser fascinantes de ver, también pueden ser peligrosas. Las trombas marinas tornádicas, en particular, pueden causar daños significativos a embarcaciones, edificios y otras estructuras. También pueden ser peligrosos para los nadadores y otras personas que se encuentran en el agua o cerca de ella. Por lo tanto, si desea observar la belleza y el poder de estos increíbles fenómenos en la vida real y, al mismo tiempo, minimizar los riesgos que plantean, siempre es una buena idea mantenerse informado y ser consciente de las condiciones climáticas locales.
Fuentes: 1, 2, 3