Griffon es una pequeña y encantadora bola de pelo que nunca deja de hacer sonreír a quienes se encuentra con él. Su historia es de suerte y perseverancia, ya que pasó meses deambulando por las calles sin una familia a la que llamar propia. Sin embargo, el destino tenía algo reservado para Griffon cuando se topó con un improbable salvador: un hombre de buen corazón destinado en una base naval en el extranjero. A partir de ese momento, los días de Griffon estuvieron llenos de amor y compañerismo, llevando alegría a todos los que lo rodeaban.
Según una publicación de Paws of War, una organización benéfica que ayuda a los veteranos y a los socorristas proporcionándoles perros de servicio, un comandante naval de EE. UU. vio un perro pequeño. Al darse cuenta de que el pobre cachorro no sobreviviría mucho más en un entorno tan peligroso, el comandante lo recogió. El lema de la unidad, “Quien llega vivo, vivo se va”, le recordó que era fundamental aplicarlo también a este pequeño amigo peludo. La noticia de Griffon, como se llamó más tarde al cachorro, se extendió como la pólvora por la base y todos querían conocerlo.
Según una sentida publicación de Paws of War en Facebook, un comandante que desarrolló una relación cercana con un cachorro llamado Griffon mientras estaba destinado en el Medio Oriente decidió adoptarlo. La publicación afirma que Griffon se ha convertido en una familia para el Comandante y es una fuente de alegría para todos los que conoce. Aunque la identidad del Comandante se mantiene en el anonimato, el portavoz de Paws of War, Gary Baumann, ha confirmado que los dos pronto se reunirán cuando el Comandante regrese a casa.
Según Baumann, Griffon es un perro increíble con una personalidad amigable. Le gusta conocer gente y perros nuevos y tiene un apetito insaciable. Baumann informa que a Griffon le va excepcionalmente bien. Baumann espera organizar una reunión para Griffon y su comandante, quien es de Maryland y espera ansiosamente darle la bienvenida a su amigo peludo a casa con su esposa e hijos.